martes, 1 de mayo de 2012

Venus linda

Venus linda,

Tú has sido mi gran compañera, mi cómplice. Lamento no haber estado más para ti. No haberte cuidado más. Lamento haberme ido de la casa en un par de ocasiones y jamás darte explicaciones. Eras una traviesota. Me encantaba molestarte mientras dormías, hacerte bailar en dos patas y abrazarte. Cuando te despeluchabas, me gustaba arrancarte las bolas de pelo a puños aunque sabía perfectamente que eso a ti no te gustaba, y me azuzabas con morderme.

Me gustaba jugar contigo. Jugar a las atrapadas. Te escapabas de la casa para salir a pasear, pero cuando ya fuiste más grande, ya casi no podías correr. Te cansabas rápidamente y preferías regresar. Ya al final sólo llegabas a la esquina y te regresabas. Te gustaba azotarte contra la puerta, o rascarla con tu patita. Eras tan lista… Sabías perfectamente lo que hacías. Te gustaba meterte a la casa y tomar posesión del sillón. Tu sillón. Incluso durante un tiempo lo asignamos como tuyo, hasta que supiste que era tuyo y no lo quisiste más. Te gustaba ser rebelde.  

Me asusté tanto cuando peleaste con ese perro malo-feo de la maestra Margarita. Creí que te perdía. Te tenía tomada del cuello con su enorme dentadura. No supe qué hacer. Sólo comencé a gritar como loca. Tuve mucho miedo. Sentí mucho coraje hacia ese perro. Pao afortunadamente reaccionó y logró separarlos. Tuve que llevarte al veterinario de urgencia. Las heridas eran visibles. Afortunadamente nada grave pasó.

Tu orejita gacha nunca supimos porqué quedó así. Sólo de pronto tu oreja se infló y parecía que iba a explotar: se llenó de líquido que queríamos drenar. Neceamos mucho, vino Cristóbal y te hizo curaciones. Tu orejita quedó siempre gacha. Me gustaba cuando te ponías alerta y podías subir las dos orejas. Pero después de eso, ya sólo podías subirlas, y tu orejita derecha volvía a caer. Me resultabas muy enternecedora.

Los tumores fueron muy desagradables. Me hicieron caer en cuenta de que no me serías eterna. Y entré en pánico de que estuvieses sufriendo. El tumor de tu pata cada vez crecía más y yo no fui capaz  de juntar el dinero para que te intervinieran. Nunca pude saber si tu tumor era signo de otra cosa, intenté sondear la posibilidad de que te “durmiéramos” en caso de estar seguros de que sufrías. Pero aún así me costaba trabajo aceptar tu partida. Siempre tan fuerte nena, tan llena de vida...

Pero tu, llamémosle, osteoporosis ya era notoria. Te costaba trabajo incorporarte y echarte. Te era doloroso. Aún así, jamás dejaste de jugar. ¿Quién dice que cuando uno crece debe dejar de jugar? En eso tú y yo estamos perfectamente de acuerdo. Es mejor seguir jugando, aún cuando uno se haga viejo. Aún cuando duelan los huesos y no pueda uno correr al ritmo que antes lo hacía. Traviesa Venus. Mi nena. Nunca te gustó que fumara y te dabas la media vuelta cuando lo hacía: me golpeabas con el látigo de tu desprecio y jamás entendí: sigo fumando chiquita, aunque en los últimos años no quise hacerlo en tu presencia.  

Tu ser amoroso irradiaba luz. Sólo te tuve miedo cuando tenías el instinto a flor de piel, tras haber parido. Eras el amor encarnado, gracias por amarnos tanto Venus. Gracias por habernos acompañado. Eras un angelote para esta familia. No sé si te merecíamos, pero sé que nos hiciste mucho bien. Y que todos nosotros te amamos muchísimo. Dejas un hueco en nuestros corazones y en nuestras manos. Amaba fervientemente acariciarte y abrazarte. Incluso amaba cuando me lamías la cara para despertarme, aún cuando te reclamara. Amaba darte besos.

¿Te acuerdas de Marte? Siempre pensé que fue tu gran amor. Nunca entendí cómo fuiste a meterte con esos perros tan feos y extraños de los que nacieron tus cachorros. Tus hijas, ahora viven en casa de mi abue conmigo, y se parecen mucho a ti: locas y amorosas. No cabe duda que los perros se parecen a sus dueños. Así eras tú: amorosa y loca. Desordenada, rebelde y miedosa. Sabías perfectamente que te portabas mal y no lo dejabas de hacer. Si no querías oír regaños o estabas molesta, hacías como que comías. Eras una mañosa. Tirar la basura así porque sí, buscar cariños restregándote contra uno. Berrinchuda y consentida. Sí Venus, te pareces mucho a mí... Me harás mucha falta.

¿Te comiste al loro Copérnico? ¿Te comiste los hámsters de Abraham? ¿Tú corriste a Canela? ¿Te cayó mal el novio fufurufu que te conseguimos y del que escapaste?

¿Cómo voy a creer que preferiste llevarte bien con Casiopea? Yo juré que un día te la comerías de tres bocados. Pero no, le heredaste tus mañas. Desde la manera de echarse de lado y parriba hasta las mañas de hacer como que comen croquetas del plato… Creo que nunca te fotografié ahí echada panza arriba pal calor. Me dabas tanta ternura… Bola de pelos irresistible, uno creería que eras gorda. Pero en una de esas veces que se nos ocurrió pelarte, nos dimos cuenta de que la mayor parte de ti eran puros pelos. Ratmus no me gustaba, parecías rata cuando te pelamos y decidimos no volver a hacerlo. Eras un poco como Sanzón: en tu pelaje estaba tu fuerza.

El maldito viene-viene del Gigante te quería para él. ¿Tuviste miedo cuando te raptaron? Chiquita, cuando volviste tenías mucho miedo. Yo estaba muy apenada contigo, porque te pedí que nos esperaras afuera del Gigante y cuando salimos no estuviste más. Creímos que te habías regresado, pero no volvías, y no volvías. Después de rastrearte, nos dieron el tip de que estuviste esperándonos en el estacionamiento y de pronto no estuviste más,  que el jefe de los viene-vienes te había echado el ojo y que tal vez él te había llevado. Parecías de pedigree (pero que jo lo eras era nuestro secreto). Mis papás no dudaron ni un momento en irte a buscar. Amenazaron a las personas y a los pocos días volviste. Sabías perfectamente el camino de regreso. Volviste un tanto nerviosa, sin querer comer, y temblabas por todo. Pero acá te hicimos saber y entender que todo estaría bien. Que no tenías porqué tener más miedo. Que ya todo estaba en orden y que te amaríamos más y no dejaríamos que algo como eso volviera a pasar.

Te amamos mucho Venus. En esta familia podremos estar rotos y divergir de casi todo. Pero tú eras nuestro centro. En ti convergíamos. Tú nos recordabas que el amor incondicional es posible.

Eras hermosa. Por dentro y por fuera. Levantando miradas siempre por la calle, con tu andar glamouroso. No eras la princesa del chícharo, pero perfectamente podrías haber pasado por ella. Ibas por la vida conquistando corazones también. La gente en ocasiones, podría no preguntarme por los demás miembros de mi familia, pero siempre preguntaba por ti. Ése era el caso de Agustín.

Jamás quisiste dormir en tu casa. Mira que nos costó trabajo comprarla, porque eras grande. Y bañarte era otro show. Pero siempre después de un baño te veías más hermosa. Luego luego presta a revolcarte en el jardín. Méndiga. “No vayan a decir que soy fufurufu.” Eras una burra.

..Mira qué día elegiste para irte: en medio del alboroto por la titulación de Pao. Todos tan emocionados por eso y para evitar que los invitados se asustaran por tu tamaño (sí Venus, lo supiste siempre, a la gente la apantallabas haciéndoles creer que podrías hacer daño) te subieron a la azotea. Y ahí ocurrió. No sé cómo moriste Venus. Pero espero que no hayas sufrido. Espero que hayas sido muy feliz en mi compañía, en nuestra compañía. Espero que te hayas sabido y sentido muy amada. Espero  que hayas sido dichosa de ser nuestra compañera y guía.

Te amé mucho Venus. Me harás mucha falta. Siempre te recordaré con mucho amor y cariño. Gracias por acompañarnos estos últimos 15 años y medio. Gracias por ayudarnos a crecer. Gracias por todo el amor que me diste. Marcaste mi vida profundamente.  Te voy a extrañar mucho.


jueves, 17 de febrero de 2011

Tiempo al tiempo

No puedo más que imaginar que al momento de renunciar a algo, la apuesta es obtener algo mejor. En cualquier sentido que éste sea.

Este año he hecho importantes cambios en mi vida, y apuestas, que espero me lleven a salir fortalecida y a que mi persona y mi entorno sean mejores.

Una cita a Giordano que mc

"Contempla en la vela que lleva este candelero, a quien doy a luz, aquello que clarificará ciertas sombras de ideas... No hace falta que te instruya en mi creencia. El tiempo todo lo da y todo lo quita; todo cambia pero nada perece. Uno sólo es inmutable, eterno y dura para siempre, uno y el mismo consigo mismo. Con esta filosofía mi espíritu crece, mi mente se expande. Por ello, no importa cuán oscura sea la noche, espero el alba, y aquéllos que viven en el día esperan la noche. Por tanto, regocíjate, y mantente íntegro, si puedes, y devuelve amor por amor."

Ojalá que en esta ocasión, no me toque perder, otra vez. Me esforzaré tanto que pueda decir, "no quedó de mí".

La cita la tomé de acá.

miércoles, 26 de enero de 2011

Zurderías del ojo

"Alzo la cara, miro tus ojos pasando sobre los míos,
tu cabello alborotado y ese gesto pícaro.
Miro tus manos inquietas, fugaces
Pero tus ojos me requieren y al mirarlos nuevamente
descubro un ligero resplandor
es el destello de la fugaz alegría
es un coqueteo muy leve, casi imperceptible
tanto que me hace considerarlo una ilusión
pero ella se refuta con el guión de tu ojo izquierdo
¿Por qué el ojo izquierdo? ¿Por qué me es tan trascendente que sea ese ojo?
No lo sé, pero me has cautivado.
Asiento con mi mirada y una sonrisa fugaz, casi tonta.
Y comenzamos a intercambiar palabras en una dinámica ágil, casi conocida... como si...
...como si nos conociéramos años atrás.
"No sé qué tienen tus ojos
no sé qué tiene tu boca
que domina mis antojos
y a mi sangre vuelve loca"".

lunes, 29 de noviembre de 2010

Fiesta de colores



















































Los colores de la vida son simplemente majestusos. Hoy decidí poner en el buscador la palabra "rainbow", y me arrojó algunas imágenes interesantes. Bellas algunas.

Inserto con su respectivo link algunas de las que más me agradaron.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Zurderías

Soy zurda. Pertenezco al clan.
Somos diferentes. Amo esa diferencia y es al único clan al que me interesa pertenecer. No nos discriminan. Sólo nos diferencian y hasta nos admiran los diestros.

Amo a los zurdos. Los amo.
Nos entendemos.

Y como siempre, la excepción a la regla. El cabrón de Calderón.

jueves, 15 de julio de 2010

Mal del túnel del carpo a mí, ¡gracias! ¬_¬

Pues resulta que hace casi una semana contrataron a alguien nuevo en mi trabajo. Eso en realidad ha sido una buena noticia, puesto que la carga de trabajo ya era excesiva.

Sin embargo, mientras está en el proceso de inmersión, mi trabajo únicamente se ha visto multiplicado porque todavía no puedo confiar de lleno en él y se espera que ya se me haya aligerado el trabajo.

Tal vez debería confiar más en él, soltarle las riendas y dejar que se dé de topes cuando estén los errores. Pero en la cuestión de mi ética laboral y de cubrirme el trasero, me encuentro a full.

Entre tanto, haciendo la talachamil que se me está requiriendo, ha comenzado a dolerme en exceso la mano derecha. Me preocupa un poco, pero espero que la carga de trabajo disminuya pronto y esto sólo sea un feo y difícil tránsito por el que tengo que pasar.

Encontré un video en que se explica qué es el mal del túnel del carpo y algunos ejercicios para este padecimiento. Desde ya comienzo a hacerlos y se los recomiendo.




miércoles, 30 de junio de 2010

Calma, calma, calma.


Voy con las riendas tensas
y refrenando el vuelo
porque no es lo que importa llegar solo ni
pronto,
sino llegar con todos y a tiempo.

León Felipe


Tenía años sin visitar la Casa del Lago de la UNAM, fui a escuchar los cantos polifónicos de los monjes tibetanos. Con los sentidos abiertos a las posibilidades, como siempre procuro estar descubrí la estatua de León Felipe, que me pareció el Pensador de Rodin. A su pie, tenía escrito ese fragmento que me pareció inusualmente adhoc a mi desesperanza y desesperación.

¿De qué sirve que yo sola pueda "comprender" la realidad tachando a los demás de imbéciles si cuando quiera compartir mis impresiones me encuentro sola? ¿De qué me sirve encontrarme conseguir mis objetivos en la soledad? ¿De qué me sirve empujar los asuntos hacia algún lugar si sé que sola no lo lograré?

Me recordé porqué me he refrenado. Porqué he buscado no reventar a cuanta persona se me para enfrente. Que a veces bien me vale llevar a cabo renuncias, que puedo ceder. Que puedo compartirme y encontrar personas valiosas en el camino. Que no importa hacer las cosas antes o después, sino hacerlas en el momento justo. Y que a veces la consecución de ese timing requiere una sensibilidad que sólo puede desarrollarse con el tiempo y la paciencia.

Y tal vez no he podido conseguir todo lo que he querido. Pero lo que tengo cierto, es que no estoy sola, y que llegaré acompañada, procurando que sea a tiempo.

jueves, 27 de mayo de 2010

¿Matrimoniando?

Durante muchos años de mi vida yo me declaré como prounión libre por una razón un tanto romántica: "Si dos personas se quieren, no existe la necesidad de que firmen un contrato ni ante dios, ni ante la sociedad para hacer válida su relación".

Y así, me declaraba absolutamente a favor de la unión libre.

Con el paso del tiempo, me enteré de que al cabo de 5 años de unión libre, uno asume la condición de cónyuge y se deben asumir las características legales establecidas para ese tipo de unión. Más que un malestar con las condiciones legales en sí, me molestó que al no haber decididio firmar un contrato, se estuviera firmando un contrato ad hoc de manera implícita.

Y es que las lagunas existentes ante la unión libre me son complicadas. Deben saber que yo procedo de padres que vivieron su vida en unión libre, y que eso constituyó un absoluto desastre desde mi punto de vista.

El caso es que ahora, que sobrevino la ruptura definitiva, no puedo decir que se divorciaron, porque eso no aplica. Decir que están separados, equivaldría a decir que aún conservan la posibilidad de que se vuelvan a juntar. Y bueno....

¡Es un lío!

A lo que voy, es que con todo lo difícil que pueda ser un divorcio, prefiero mil veces firmar un papel. No, no es que crea en el matrimonio. Es que estoy convencida de que la ley puede brindar mejor luz, y prefiero establecer las normas del contrato que tendré con la otra persona, a dejar que la no decisión decida por mí.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Avanzo y avanzo. Aunque no quiera.

El miedo me paralizó. Me compré burda y estúpidamente el mensaje repetido de que una mujer para estar completa NECESITA un hombre a su lado. Y volteando desesperadamente hacia todos lados encontré a aquél que había sido insistente durante varios años.

No me interesaba. No me gustaba. Pero bueno, eso se resolvería, después. Tal vez. Eso no era lo importante... lo urgente era salir del status de soltera-quedada-falta de sexo-falta de seguridad y demás epítetos que algunos me colocaban, y yo pasivamente, no logré quitarme.

Juzgué que ese hombre me brindaría un refugio seguro (porque su insistencia me hizo suponer interés profundo y lealtad en mí a partir de que me conocía), además de que configuraba mi seguridad a largo plazo (porque tiene -o tenía, no estoy segura de su status actual- un buen puesto con un ingreso constante considerable) y que la sincronía intelectual de intereses profesionales nos conduciría por lugares amables.

Y me embarqué en una relación. Poco convencida al principio, después mucho. El cassette que me repetí funcionó bien...

El primer beso fue intenso, amable, apasionado...

Ese día escribí:

"Después de mucho tiempo (no tengo clara la cantidad de tiempo, sólo que ya ha más de un año)... C. y yo nos besamos. Fue un beso rítmico, sentido, caluroso. Y me sorprendió y mucho. Me gustaron sus labios rozándose con los míos. Me gustaron sus labios buscando los míos. Su lengua cuidadosa y apasionada. Su sabor. Me gustó su intención, su sinceridad, su pasión. ¡Qué deliciosos besos!

No sé hacia dónde vayamos, ni lo que vaya a pasar, pero tras esos suculentos besos... Creo que no existía otra posibilidad: debíamos probarnos mutuamente."


Y apenas 4 días después.

""...y la tierra giró para acercarnos..."
Parece que es justo lo que necesitaba: valorarme como persona, empezar a ya no luchar conmigo y asumirme: mis deseos, mis pasiones, mis interess, mis inquietudes, mis repulsiones. Ahora que dejé de luchar, me siento en plenitud.
Y C. me re-conoce, me conoce bien.
Sabe de qué pie cojeo, y de cuál me mantengo firme.
Ahora que hemos dado el paso de permitirnos derrochar ese amor, esa ternura tan contenida, no puedo concebir que fuera de otra manera.
Justo esto es lo que tenía que ocurrir. Y no porque así estuviera escrito (no hablo de destinos), sino porque así lo deseábamos, pero esperábamos estar listos. Ese fucking timing es fundamental."


Y la historia avanzó. Me convertí en una cursi-novia "feliz", socialmente correcta, porque ya no era adecuado irme de parranda a morir sin "pedir permiso", ni hacer lo que él no quisiera que yo hiciera. Empezó a presionar en algunos sentidos: modificaciones de conducta y de personalidad, y cedí, en algunos rubros (sólo en aquéllos que tenía intención, pero no prisa de cambiar). Hubo otros, que de plano, no serían modificables, y que no estaban sujetos a negociación. Poco a poco llegué a hartarme. Empecé a ceder más seguido, y a perder las negociaciones. ¡Para él era un juego de poder!

Una de mis cesiones fue la de buscar un trabajo con seriedad. Un trabajo donde me pagaran en tiempo y forma y que me hiciera crecer. Que además me implicara cierta domesticación de mi ser: hábitos de vestido, de arreglo personal, lenguaje, horarios, dinero, etc.

Y lo encontré. No fue necesario hacer demasiado esfuerzo. Carajo, soy buena en lo que hago. Sé cumplir los objetivos, y más. (Aunque ése no es el tema de este post.) El cambio de status de "ouch, ¿me prestas para la chela?" a "Yo te invito la chela" me levantó. Así que sí, agradezco su presión en ese sentido.

Las emociones que viví durante ese corto periodo de tiempo fueron lindas. Escribí cosas muy lindas en twitter. Y en SMS que le envíe, y en emails, y en su piel. Intenté escribir las letras que más quería en su piel, así que ésas no las atesoré. Seguí fielmente la canción de Silvio: "Para que no se me olvide la letra, voy a anotarla en tu piel. Sé que jamás perderé esa libreta. Sé que la conservaré. Leo despacio: no eres común. Luego será más lento aún. Una palabra, otra después, hasta que aprenda lo que no sé."

Me perdí en sus brazos, más en la ilusión que en la realidad. Una vez que empecé a trabajar lo vi pocas veces. Y cometió muchos errores, y cometí muchos errores. Me lastimó. Me falló el cálculo, creí que era el candidato perfecto a no lastimarme y me equivoqué. Estuve mentando madres a diestra y siniestra, en gtalk, en MSN, en facebook, en mis cuadernos, en persona, por celular. Mis amigas brotaron, florecieron, se rifaron. Lloré amargamente porque mi hipótesis inicial había sido falseada. No era el plan. Había sacrificado lo que verdaderamente me gusta en un hombre por reducir (e incluso anular creí) el riesgo al sufrimiento atroz. Y fallé.

Las construcciones que habíamos comenzado en términos de proyectos se fueron a la chingada, por supuesto. Y aún intenté ex-post un acercamiento para clarificar las cosas. No quiso. Me bajé del tren y seguí mi camino. Lloré, sufrí y dolió mucho. Pero crecí, vaya que crecí. Así que ante los contrafactualismos diría NO. No cambiaría la historia. Me hizo crecer, con dolor y esfuerzo, para levantarme briosa. Sigo sola. Regresé al status de prefiero sola que chingaderas. Y sólo frente a escenarios alentadores renunciaré a mi soledad. Mi seguridad y mi tranquilidad están en mi rango de acción. ¿Quiero compartir en pareja? Sí. Pero mi agenda es apretada, mis amigos muchos y mi trabajo absorbente. Así que quien quiera entrarle al quite... pues que me enfrente. Ya veremos. Estoy rehecha y sé partir madres, también.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Wishlist cumpleañero

Entre las muchas anécdotas familiares de mi infancia, hay una en especial que me gusta en la que insistentemente preguntaba si era mi cumpleaños (cuando no era mi cumpleaños). Cuando finalmente conseguía que me dijeran que sí, preguntaba por mis regalos, mi fiesta, mis amigos y mi pastel.

Me gusta mucho festejar. Y en este año, tengo muchos motivos por los cuales hacerlo. Principalmente la vida. Y reunir a mis amigos.

Sé que a esta edad, uno ya no llega con regalos a las fiestas. Pero en caso de que alguien quisiera regalarme algo, acá pongo una wishlist medio bizarra:

- El Arte de emprender de Guy Kawasaki
- La tercera ola de Alvin Toffler
- La tercera ola de Samuel Huntington
- Una caja de Hall's sabor Café
- La trilogía del Padrino
- Unas espinilleras para futbol
- Unos tenis para futbol rápido
- Medias para sóccer blancas y negras
- Otra caja de Hall's sabor Café
- Una pelota de pilates
- Unos lentes de sol con forma de corazón
- Un paño limpialentes
- Paliacates
- Un masaje profesional antiestrés
- Aretes de todos tamaños
- Barnices de todos colores
- Abrazos de todos mis amigos (al menos virtualmente)
- Una cuenta pro de flickr
- Suscripción por un año a last.fm
- Agenda ilustrada
- Reloj de pulso
- Música :D: blues, jazz, folk, trova.
- Novelas: política, filosófica.
- Sorpresas :)

Estoy organizando una fiestecilla en casa, pero por razones de seguridad, eso no será publicado aquí. Si están invitados, los espero. Si por algún motivo me olvidé de invitarlos o hubo omisión (involuntaria), contáctenme :)